El embarazo masculino es un fenómeno que, en la naturaleza, se observa solamente en los signátidos, una familia de peces que incluye al caballito de mar, al pez pipa, al dragón de agua y al dragón de mar foliado.
Sin embargo, según afirman los autores del estudio, en condiciones artificiales es posible producir un desarrollo embrionario dentro de mamíferos masculinos. Para demostrarlo, llevaron a cabo un experimento que dividieron en cuatro fases.
La primera fase consistió en castrar a ratas macho y unirlas quirúrgicamente con ratas hembra con el objetivo de que se produjera entre ellos un intercambio sanguíneo y hormonal. Este proceso se denomina parabiosis heterosexual y es necesario para crear en el organismo de los machos las condiciones necesarias para el desarrollo de embriones.
Tras ocho semanas, los científicos realizaron trasplantes de úteros a los ejemplares masculinos. Después, se transfirieron embriones en etapa de blastocisto tanto al útero injertado de los machos como al útero natural de las hembras.
Un total de 842 embriones en etapa de blastocisto se transfirieron a 46 pares parabióticos heterosexuales. La última etapa del experimento consistió en la realización de una cesárea a todos los ejemplares, tanto masculinos como femeninos.
"A excepción de un feto reabsorbido, todos los fetos nacidos de los parabiontes femeninos estaban vivos después de la cesárea, aunque algunos de ellos murieron dos horas después", señalan los autores en su estudio.
Sin embargo, durante las cesáreas de los parabiontes masculinos, los investigadores encontraron "algunos fetos anormales muertos" que poseían diferente morfología y color en comparación con los fetos normales, así como atrofia o hinchazón de las placentas.
En general, la tasa de éxito del experimento fue muy baja, con solo diez crías sanas nacidas de ratas macho. De acuerdo con los investigadores, estas "podrían desarrollarse normalmente" hasta la edad adulta y poseer función reproductiva, pues los exámenes histológicos mostraron que sus corazones, pulmones, hígados, riñones, cerebros, testículos, ovarios y úteros no tenían anomalías aparentes.
"Por primera vez, construimos un modelo animal mamífero de embarazo masculino", afirmaron los científicos. "Nuestra investigación revela la posibilidad de un desarrollo embrionario normal en animales mamíferos machos y puede tener un impacto profundo en la investigación de la biología reproductiva", concluyeron.
Fuente RT Noticias
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